El punto de partida para el proyecto es la recuperación de la tipología original y la puesta en valor de los espacios más simbólicos de la construcción como son la sala central, el atrio y el ábside eliminando todos los añadidos, falsos techos y construcciones auxiliares que se encuentran actualmente. La propuesta plantea liberar la máxima cantidad de superficie a la planta baja y concentrar la principal parte del programa de servicios (baños, camerinos, almacén, carga y descarga, instalaciones,) en una nueva planta semisótano, situada a la cota de la plaza de Josefina Gambús.

Por otro lado, el proyecto replantea la nueva sala del teatro como un espacio diáfano que recupera la continuidad espacial de toda la planta baja. Para conseguir este objetivo se propone bajar el escenario actual del teatro a la cota del pavimento de la planta baja de modo que se recupere la visibilidad hacia el ábside desde la entrada y al mismo tiempo permite ganar altura en el espacio de la caja escénica actual eliminando las barreras arquitectónicas que plantea el actual escenario elevado.

La nueva distribución obliga a optimizar la posición de los núcleos actuales para mejorar la eficiencia de las circulaciones. Por un lado, se propone derribar una de las escalas del atrio y crear un nuevo núcleo formado por una escala y un ascensor-montacargas que conecta todas las plantas y a la vez permite adaptar el teatro a los requerimientos actuales en materia de accesibilidad y evacuación de incendios. El recorrido de la nueva escala recupera la geometría en “L” de la escala original, a pesar de que se desplaza para ubicarla bajo las vueltas de la nave lateral. La nueva disposición de la escala y la del bar, pretenden poner en valor las vueltas cerámicas en la entrada del edificio y a la vez organizar mejor el flujo de personas.

El proyecto hace especial énfasis en la definición de unos espacios de máxima polivalencia desde diferentes puntos de vista. A escala urbana esta flexibilidad se refuerza mediante la disposición de una serie de accesos que permiten usos independientes de los tres espacios públicos situados a la planta baja, el atrio, la sala central y la sala ábside, y así mismo refuerzan la conexión de la plaza de “Joc de la Pilota” y el claustro. Por otro lado, se ha reforzado la flexibilidad tipológica de la sala gracias a la disposición de la tarima autorregulable, mobiliario móvil y tabiques acústicos replegables que permiten la adaptación a una gran variedad de situaciones y posiciones del escenario (teatro, conciertos, talleres, bailes, seminarios,...). Así mismo, la disposición de los armarios perimetrales a la misma sala permite una rápida y cómoda reconfiguración de las sillas según las necesidades del momento.

La adecuación del edificio existente a los usos de sala polivalente plantea también una serie de cuestiones técnicas necesarias por su acondicionamiento. Para mejorar la iluminación natural de la sala se plantea una nueva claraboya integrada a la cubierta y orientada a norte, aportando así una iluminación adecuada durante todo el día. En cuanto a la climatización se potencia el uso de equipos de alto rendimiento térmico (aerotermia y suelo radiante/refrescante a baja temperatura) basados en la estratificación del aire climatizado para mejorar el confort y reducir el consumo. A nivel de ventilación, se propone renovación de aire potenciando sistemas pasivos basados en dos principios. El primero sería la utilización de la estabilidad térmica del suelo, usando los pozos canadienses conectados a presas situadas en la plaza. El segundo principio será la recuperación de calor que permite bajar notablemente la demanda de climatización tanto en invierno como durante el verano. Además, se propone estudiar la centralización del sistema de climatización de la sala y el resto del Ayuntamiento mejorando la eficiencia, el mantenimiento, y optimizando los factores de simultaneidad entre diferentes usos.