Hoy en día calle Corró resulta también un ejemplo de la difusión de una tipología residencial histórica, la “casa de cuerpo” en la ciudad de Granollers. El término “casa de cuerpo” se refiere en las casas construidas en un “cuerpo” entendiendo con esto la manera antigua de denominar una pieza de tierra o solar relativamente estrecho y alargado que sirve para edificar una casa. El “cuerpo” fue una de las primeras formas de reparcelación de las antiguas fincas rústicas en parcelas urbanas generado como efecto de la apertura de nuevas calles fuera de la muralla a partir del siglo XVI. Son casas de dos o tres plantas con espacios con mucha profundidad y anchura reducida, hecho que a menudo genera unas zonas interiores oscuras y con ventilación deficiente. Hoy en día la imagen típica de la calle Corró se caracteriza precisamente por la fachada continúa de las distinta casas de “un cuerpo” dispuestas en paralelo y pone de relieve la supervivencia de esta particular tipología residencial y su flexibilidad a la hora de adaptar-se a las necesidades actuales.

El punto de partida del proyecto de reforma en la calle Corró ha sido precisamente la necesidad de actualizar una casa entre medianeras de acuerdo con las necesidades de una familia joven con dos hijos pequeños. El proyecto afronta una serie de problemáticas comunes por este tipo de construcciones. En primer lugar, la propuesta pretende mejorar la iluminación y la salubridad de los espacios interiores de la casa. La marcada profundidad de la edificación, la poca fachada, y la excesiva segregación que a menudo encontramos en este tipo de viviendas generan zonas interiores oscuras y con una ventilación deficiente. En la planta primera donde actualmente encontramos los espacios del comedor y la cocina cerrada actualmente llega poca luz debido a la separación de la cocina y la escalera respecto al resto y la profundidad de la galería orientada al patio interior. Las actuaciones de derribo de los tabiques y la apertura de la galería han permitido generar un espacio de carácter más diáfano y luminoso.

En la planta segunda actualmente se disponen las habitaciones y los baños de la casa. Los baños existentes de la planta segunda generan una serie de espacios introvertidos volcados hacia el patio interior. La propuesta abre los baños hacia la fachada principal, conectando el patio central con las habitaciones de los niños a través del baño, aportando más luz a la zona de almacenamiento y permitiendo la ventilación cruzada a través del patio.

Un otro aspecto clave a la hora de plantear la reforma de una casa existente de este tipo es la adaptación de los espacios a los requerimientos actuales. Por este motivo, el proyecto evita la excesiva disgregación funcional y apuesta por un esquema distributivo más diáfano y flexible que se adapta al estilo de vida de los propietarios y puede absorber fácilmente cambios futuros. Una de las actuaciones clave en este sentido ha sido la actuación a la zona del garaje de la planta baja. Este espacio comunicaba directamente con el patio, pero la diferencia de cota entre el interior y el exterior (patio) generaba un espacio poco aprovechable y con una iluminación deficiente. El proyecto apuesta por dar un nuevo uso a la planta baja como espacio polivalente y reforzar su vínculo con el patio. Para conseguir este objetivo, se plantea una primera actuación de rebaja de todo el nivel del patio para eliminar el escalón entre interior y exterior y generar una plataforma al mismo nivel que la casa.

Por otro lado, se genera una ventana de balcón más generosa a la fachada que gracias al sistema de cierre corredero facilita la apertura completa de la planta baja hacia al patio. De este modo toda la planta baja gana polivalencia y luminosidad y refuerza el contacto de la casa con el patio existente.

Podéis consultar la descripción y las fotografías del proyecto acabado aqui.